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miércoles, 10 de octubre de 2012

No se renace libre así

Y fue un dia, cuando todo se vio remontado a cambiar, a dejar cosas atrás y mirar a otro lado, cuando todo abruma se suele querer despejarse…
Y cuesta, no es nada fácil lograr un cambio, cuando querer invertir los lados.. tiene que ser despacio, de a poco, sintiendo lo oscuro del cambio lentamente.
A veces, me pregunto si realmente es difícil ser uno, o uno lo hace difícil…
Como se hace para soltar los miedos? Por empezar… Como se hacen los miedos?!
El miedo solo sirve para perderlo todo…
Y ahí cuando no tenes nada, es cuando mas miedo al miedo le tenes.
Pero retomando, quien genera el miedo? Tu entorno? La sociedad? O uno mismo? Si lo vemos en general, desde la sociedad… el miedo se ve inculcado desde muchos lados, y uno mismo no para de alimentarse de ello, y claramente es mas fácil vivir con miedo que vivir valiente. Es una lucha contra uno, sacar ese miedo y transformarlo en coraje...
El valiente realmente es valiente por el motivo de haberse hecho valiente.
Y yo solo quiero soltar mis miedos… y no alimentarme con ninguno mas.
Quiero entender lo hermoso de la vida para borrar de mi mente lo asqueroso de la humanidad… quiero mirar con otros ojos lo que hoy me genera horror, y sentir que cada paso vale la pena porque no hay temor que valga mas que respirar… y transformar lo que no me sirve en algo util, lo que no quiero en lo que quiero, lo que tengo en lo que amo… y ser asi como puedo ser. Asi como soy






Con tanto Esplendor Voraz ~

martes, 2 de octubre de 2012


En una de las salas de un colegio habían varios niños. Uno de ellos preguntó:
-el patio de la escuela y trajesen lo que más despertase en ellos el sentimiento del amor.
Los chicos salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
- Quiero que cada uno muestre lo que t Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en hora de recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por rajo consigo.


El primer alumno respondió:
- Yo traje esta flor, ¿no es linda?
Cuando llegó su turno, el segundo alumno dijo:
- Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de sus alas; la voy a colocar en mi colección.
El tercer alumno completó:
- Yo traje este pichón de pajarito que se cayó del nido, hermano: ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el patio.
Terminada la exposición, la maestra notó que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada.
La maestra se dirigió a ella y le preguntó:
- Muy bien: ¿y tú? ¿no has encontrado nada?
La criatura, tímidamente, respondió:
- Disculpe, maestra. Vi la flor y sentí su perfume; pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma por más tiempo. Vi también la mariposa, suave, colorida, pero parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla. Vi también el pichoncito caído entre las hojas, pero… al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido.
Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrar lo que traje?
La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón.